La invención de la fotografia y, en especial, la fotografia animada fueron momentos decisivos para el desarrollo no solamente de las artes del cine en particular sino también en el campo de la antropología visual.
Extractado de : La mirada antropológica
o la antropología de la mirada (1ra parte)
ANTROPOLOGÍA VISUAL Y CINE ETNOGRÁFICO
La imagen en una disciplina de palabrasLa incorporación del cine en la antropología
La antropología visual nace con el desarrollo de las nuevas tecnologías
de comunicación social, con las posibilidades de la fotografía, el cine y el vídeocomo instrumentos para recoger datos etnográficos y explorar, preservar y
documentar culturas a través de la reproducción mecánica de formas, colores
y sonidos. Generalmente, se entiende por antropología visual el uso de las
técnicas audiovisuales como una forma de documentación etnográfica o como
ilustración en la transmisión del conocimiento antropológico; la introducción
de la imagen en una disciplina de palabras, según Mead.
La aceptación de estos medios como forma de expresión y de recogida de
datos conlleva, para la antropología, la incorporación de una nueva forma de
plantearse sus técnicas de investigación, así como la comunicación de sus
descubrimientos. También supone, de alguna manera, pensar visualmente.
Reflexionar no sólo sobre el lenguaje, sino también sobre nuestra percepción
visual. Nos obliga a pensar sobre cómo miramos.
La incorporación del cine o
del vídeo como medios de expresión implica algo más que producir un
documento visual orientado antropológicamente, nos lleva a reflexionar sobre
la metodología de la producción, sobre el proceso de comunicación entre el
sujeto filmado, el antropólogo y la audiencia, sobre la representación visual y
sobre la imagen.
La utilización de técnicas audiovisuales como herramientas auxiliares
en el trabajo de campo y como forma de recogida de datos para la
documentación y preservación de fenómenos culturales únicos o en vías de
desaparición se da ya en los mismos orígenes de
la fotografía y del cine. Sin embargo, esta utilización no tiene prácticamente
incidencia en el desarrollo de la teoría antropológica o en la definición de su
metodología; tampoco se elabora un marco teórico y conceptual para la
producción, análisis y crítica de la documentación audiovisual de los llamados
fenómenos culturales. La aportación de esta metodología no se plantea como
una técnica capaz de conducir a una construcción teórica, no forma parte del
instrumental necesario para nuestro trabajo.
Si la antropología visual se va configurando como rama o especialidad
de la antropología que abre un campo de reflexión sobre la imagen, lo hace
muy lentamente, apoyándose en la producción de cine etnográfico documental
más que como corpus de saber válido en el terreno de la especulación y la
experimentación científica. Inicialmente, algunos antropólogos utilizan el cine
o la fotografía para sus investigaciones, otros para aumentar la documentación
sobre la diversidad cultural y otros realizan expediciones fotográficas o
cinematográficas para los archivos de los museos. Pero son actuaciones
aisladas y despiertan poco interés en la comunidad académica. El género
documental que trata sobre las distintas formas de vida de las sociedades
humanas y el cine utilizado como técnica de investigación tienen existencias
separadas. Ambos, en el terreno de la antropología, tienen en un principio
escasa incidencia en el desarrollo de la disciplina, pese a la labor de pioneros
como Margaret Mead y Gregory Bateson en los años treinta.
La institucionalización de la antropología visual se fragua a partir del
reconocimiento cada vez más extendido de la capacidad del cine para registrar
datos etnográficos. En 1948 se lleva a cabo en Francia el primer congreso de
cine etnológico, sin una clara definición de lo que se entiende por este término,
pero con una posición firme sobre su importancia en el campo de la
antropología.A partir de los años sesenta empieza una verdadera actividad
académica en torno al cine etnográfico, acompañada de una mayor
colaboración entre realizadores cinematográficos y antropólogos, especialmente
en los Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Suecia, Gran Bretaña y
Australia, que se va extendiendo progresivamente por otros países.
Desde 1965 se empiezan a incluir críticas sobre cine etnográfico en una
sección especial de la publicación American Anthropologist y empiezan a
desarrollarse conferencias, seminarios y cursos sobre cine etnográfico, así
como proyectos de producción de cine etnográfico en el marco de la
universidad. Pero la antropología visual como estudio de la comunicación con
técnicas audiovisuales todavía no había nacido como tal. Tendremos que
esperar a los años setenta y al trabajo de Sol Worth y Jay Ruby, en conexión
con Margaret Mead, y de los cuales hablaremos más adelante en
profundidad.
En 1973, bajo la dirección de Jay Ruby, se crea la Society for
the Anthropology of Visual Communication (SAVICOM) bajo el auspicio de la
American Anthropological Association (AAA) y que más tarde pasaría a
denominarse The Society for Visual Anthropology. Durante esta década
aparecen distintas revistas dedicadas a la antropología visual como Studies in
the Anthropology of Visual Communication, Visual Anthropology Review
(sección de la American Anthropological Association), y la CVA Review, Revista
de la Comisión de la Antropología Visual de la Unión Internacional de Ciencias
Etnológicas y Antropológicas.
Desde finales de los sesenta y principios de los setenta empiezan a
incorporarse programas o cursos en cine etnográfico en distintas
universidades americanas, pero es importante destacar a principios de los
años ochenta la creación del Center For Visual Anthropology vinculado al
Departamento de Antropología y a la Escuela de Cine de la Universidad de
Southern California, en Los Angeles, y los programas en Antropología Visual
de UCLA, Berkeley, Temple, The Chicago campus de la Universidad de Illinois
y de la Universidad de Nueva York.22 En Europa es importante destacar el
rabajo pionero en el Museé de l'Homme y el programa de Formation de
Recherches Cinématographiques de la Universidad de París X-Nanterre y, de
reciente creación, el "Granada Center for Visual Anthropology" de la
Universidad de Manchester o el IMEREC de Marsella.
El establecimiento progresivo de la antropología visual como
especialidad en el terreno antropológico corre paralelo a una diversificación de
los campos de estudio de la antropología social y cultural. Desde finales de los
años setenta y durante la década de los ochenta la antropología se ha
ramificado en nuevas y diversas especialidades, así como se han desarrollado
distintas y complejas orientaciones teóricas. Generalmente, el estudio de la
cultura se ha dividido a partir de los distintos componentes funcionales de la
sociedad, y puede hablarse, por ejemplo, de antropología religiosa, económica
y política. Sin embargo, en la actualidad, con la ampliación del objeto de
estudio de la antropología a las llamadas sociedades complejas y la extensión
del campo de investigación a la globalidad de sociedades humanas, se han
abierto nuevos campos de investigación y delimitado nuevas formas de acceso
y conceptualización de los llamados fenómenos sociales. Así, hoy en día se
habla de antropología urbana, de la alimentación, del deporte o de
antropología educativa o médica. En este amplio espectro de campos de
estudio, la antropología visual encuentra su lugar y puede considerarse una
especialidad pionera, aunque de las más controvertidas, dado que no sólo
propone un nuevo objeto de estudio, sino también el desarrollo de una
metodología distinta.