MIRAR NO SIGNIFICA VER

Ya no se puede ignorar que la investigación y la escritura son prácticas discursivas con implicaciones claramente políticas que significan elecciones, lo cual a su vez influye en la manera de observar. Las miradas hacen existir los objetos que luego el lenguaje formal organiza. Son el resultado de posturas, de maneras de posicionar y desplazar su cuerpo en el espacio. De la postura del observador, vinculada al sitio que ocupa en el espacio social y las maneras que tiene de desplazarse en él, derivan las maneras de ver o de no ver, o sea en última instancia de las construcciones del objeto. El conocimiento objetivo no escapa a la regla: el pintor está en el cuadro, la mirada sobre la ciudad es también una mirada en la ciudad.

Sin embargo, mirar no es exactamente ver. Sobre la diferencia entre ver y mirar son muy sugestivas las páginas de Laplantine (1996:15-19) en las cuales distingue entre la mirada etnográfica y las « encuestas » sociológicas. Ver también Sauvageot (1996) como escuchar no es sinónimo de oír. Sin entrar en la historia de la mirada y su economía, quisiera subrayar que ésta se encuentra influenciada por el proyecto, las perspectivas y las metas que el/la investigador/a se fija. Entre mirar y ver o escuchar y oír hay una mediación, la de la relación con el mundo, una visión del mundo con sus sistemas de creencias. A principios de la década de 1970 pensadores como Gastón Bachelard, ya habían insistido sobre el hecho de que vemos sólo lo que conocemos o por lo menos lo que podemos integrar en un sistema coherente y con el tiempo desarrollar representaciones significativas. Visión y conocimiento están por lo tanto íntimamente vinculados y la experiencia de la mirada desborda la mera sensación: es también la experiencia de una relación con el mundo (Sauvageot, 1994).

1 comentario:

  1. Las subjetividades no logran exterminar la objetividad. La realidad es. Desde mi perspectiva, musical, escuche lo que escuche, la música ES. Y solo puede serlo por sus causas objetivas, infranqueables. Gracias a Dios...

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